jueves, 16 de febrero de 2012

Pienso en mis vacaciones, pienso a la vez en el final dos días antes y en cómo afrontar ese paralelismo viste, muchas preocupaciones, la valija, el final, Laclau, las bombachitas, Zizek, mi gata, las plantas, regar, Volver.
Volver, depresión, fin del mundo. Vuelta a la vida fabril, el trabajo, las horas acumuladas en la rutina, la Muerte, la muerte atrás del mostrador, despeinada, más cansada y podrida que yo. No me quiero morir a la vuelta. Y porque no puedo dejar nunca de adelantar casilleros virtuales, no puedo esperar a irme de vacaciones para pensar en la vuelta, porque en mi cabeza, in my head, ya estoy volviendo y esa, esa es una preocupación más. Entonces, estoy en la ida y la vuelta con toda esa caída de la adrenalina, la alegría se viene abajo como las hojas con el calor. La montania rusa de la ilusion que decae decae decae despues de la playa la pregunta existencial, que está en la canción, prestá atención HOTEL CALIFORNIA, cuando el cantante se pregunta algo como qué hago acá si podría estar gastando mi tiempo en la playa. No? es más o menos lo mismo, la utopía de una vida en disney, de vacaciones, sin tener que laburar más, la casa los arreglos el alquiler, vivamos en un bungalow mi amor, si estamos bien. En el fondo todos queremos ser hippies pero no la creemos. Por eso pienso en el Alplax de la vuelta para calmar la fiera de la depresion, perdón, algunos la palean con arroz yamaní, yo necesito pensar que va a estar todo bien. Calma. Every thing is gonna be oh right, yea baby, yea. Decilo.


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